sábado, 17 de noviembre de 2012

♦Bienvenido al Pandemonio♦

#Las memorias de Lucy Nakazawa. 

Capítulo 2:


—¿Lucía? —preguntaba aquel individuo una y otra vez.

Desde que lo había visto en aquella habitación, sólo habían transcurrido un par de días y ya me trataba como una amiga de toda la vida.
Tras aquella conversación, aquel día, parecía que se había dispuesto a contarme lo que ocurría pero…~

—¿No quieres tarta? ¡Esta deliciosa! —preguntó y exclamó a la par con un pequeño brillo en los ojos. Parecía que le agradaban las cosas dulces.

Negué con la cabeza sucesivamente y con tedio.
A pesar de ello, siguió insistiendo con una sonrisa cordial.
Realmente me quería hacer enfadar y lo estaba consiguiendo aunque no supe el porqué.
Llevaba los mismos ropajes que los días anteriores. Lo que me hizo pensar que parecía una especie de uniforme.
Él era la primera persona con la que había hablado a parte de su joven mayordomo. Aunque el lo consideraba un compañero.
Dicho joven aparentaba unos 18 años, su cabello era corto y revuelto; de un hermoso color azabache. Sus ojos, al igual que aquel sujeto goloso, evocaban las esmeraldas. A pesar de su estatus siempre mostraba una mirada poderosa e inquisidora.

—Aún no me has dicho tu nombre. —comenté mirando al joven albino y glotón.

—¿A no? —preguntó extrañamente sorprendido—. Bien, mi nombre es Khalius Von Bersnaskell. -Tras su presentación se levantó habilidoso dirigiéndose hacía donde me encontraba sentada, a pocos metros de él. Acto seguido sujetó mi mano y la agració con un beso-. Encantado.
No entendí su acto y despreocupadamente retiré la mano para después limpiarla con una servilleta.
Khalius, dejó escapar una carcajada jovial mientras volvía a su asiento.





—En fin, querida. Ese es mi nombre; Khalius. Establezco el Quinto Lord de «Las Siete Llaves». -Sus palabras… no las entendí pero seguí escuchando-: Y este, —dijo dirigiéndose a su mayordomo—, es Macius, o como a mí me gusta llamarle; Mark. Mi mejor amigo desde la infancia, fiel compañero y apreciado mayordomo.
Mark, como le llamaba Khalius, levantó la mirada y tras formular su nombre me dirigió una mirada impasible, seguida de una reverencia. 
Aquella mirada infundió en mi, sólo por un instante, el temor.

Un incomodo silencio abarcó la habitación, sólo se escuchaba el "Tin-Tin" que hacía el juego de té que Macius estaba manipulando, y el "Tick-Tack" de las agujas y el péndulo del reloj. Éste era elegante y de gran tamaño. Su madera era de ébano; consistente y de un color bruno. Estaba empotrado contra la pared. 

—¿Y bien? —No entendí la pregunta.

—¿Huh? —Respondí con otra pregunta sin significado.

—He he. ¿No me vas ha decir tu nombre?
Fruncí el ceño y arqueé las cejas.

—¿Por qué lo preguntas? Tú ya lo sabes: Antes me has llamado Lucía.

Khalius empezó a reír, con educación, y tranquilidad mientras Macius nos servia unas tazas de té.
El mio era rojo, con aroma a rosas, mientras que el de Khalius era verde. A el le acompañaban algunos dulces, redondos y de color blanco.
Éste asintió varias veces.

—Es verdad, es verdad, fallo mío, Touché. No obstante no es algo de lo que este seguro, Ese es el nombre que ponen en Los Escritos.
Aquel silencio volvió a formarse, pero esta vez sólo sonaba el reloj.



***


Un grácil viento empezó a originarse. Aquel silencio era neutro. Quería hablar, protestar y discutir aquel comentario, pero no podía.
Las palabras no me salían. ¿Qué quería decir con "Los Escritos"? ¿Por qué estaba allí? ¿Quién era él para mí? ¿Le conocía? ¿Me conocía? ¿Tenía familia? Tantas preguntas rondaron mi mente, una tras otra, en fila; no paraban.
De entre todas aquellas cuestiones me sacó la voz de Macius.


—¿Desearía mas Té la señorita?

Inconscientemente me lo había acabado.
Asentí mirando como Khalius pinchaba sus pequeños dulces con el tenedor, y posteriormente se lo llevaba a la boca. Ladeé la cabeza, posé el codo derecho sobre la mesa y seguidamente apoyé la mejilla en la mano.

—Nakazawa. —contesté al poco tiempo—. "Lucy Nakazawa" es lo que recuerdo. Supongo que será mi apellido. También...~
Iba a comentarle sobre lo de "Némesis Scarlet" pero me interrumpió. No sé si lo había hecho sin darse cuenta o quizás fue intencionadamente.
Fuera lo que fuese, Khalius pareció sorprendido.
Salio de la habitacion dejandonos tanto a Macius como a mi, absortos en su reaccion.
Nos quedamos en silencio. 
No entendiamos, al menos yo no.

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